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Información y educación

Los expertos coinciden en que, por encima de la censura y la vigilancia siempre inexacta que ofrecen algunos programas informáticos, las mejores armas para proteger a los niños en la Red son la educación y la información. Se da la paradoja de que el ordenador e Internet es a menudo un terreno donde son los padres los que reciben lecciones de sus hijos, más familiarizados con las nuevas tecnologías.

Ante el deber de adentrarse en un medio desconocido para poder guiar a sus hijos, muchos padres se ahorran tal esfuerzo y optan por la censura absoluta o, en el mejor de los casos, por limitar el horario frente al ordenador como se hace con la televisión. Sin embargo, basta con unas pocas nociones informáticas, algún consejo de los expertos y un poco de buena voluntad para comprender los peligros de Internet y la forma de evitarlos, a la par que ayudar a los niños a utilizar esta ya imprescindible herramienta para comunicarse, estudiar y encontrar información de la forma apropiada.

Consejos

La mayoría de los muchos consejos que se pueden encontrar acerca de cómo deben los padres afrontar la relación de sus hijos con Internet insisten en el mismo punto: la Red no es distinta que la calle. De la misma manera que los padres no dejarían a los niños sueltos en una gran ciudad, ahora deben seguir sus pasos en el entorno virtual, llevarles de la mano o, en definitiva, "navegar juntos". Así se eliminaría la paradoja, resaltada por algunos estudios, de que siete de cada diez progenitores no están tranquilos cuando sus hijos navegan, a la vez que en el 95% de los casos dejan que los niños naveguen solos.

Numerosas páginas web ofrecen retahílas de consejos más o menos técnicos para familias, profesores e incluso para los niños por tramos de edades (www.internetsegura.net), entre ellos: colocar el ordenador en un lugar público de la casa, crear una página de inicio con enlaces a sitios de confianza e interesantes para los hijos, crear listas de favoritos con el mismo propósito, informarse y advertir sobre cómo proteger los datos personales y sobre el peligro del correo no deseado (spam), los virus, etc.

A pesar de que el último plan para el desarrollo de la Sociedad de la Información, (Educacion.es) tiene como objetivo introducir las nuevas tecnologías en el entorno educativo, la escuela aún permanece 'desconectada'. Según un estudio de la Universitat Oberta de Catalunya (UOC), ni profesores ni alumnos emplean Internet en la enseñanza y el aprendizaje: casi 4 de cada 10 alumnos no se conectan nunca en horas de clase y otros tres lo hacen sólo una vez por semana. El estudio concluye que Internet se emplea para ayudar a profesores y alumnos a hacer mejor lo que ya hacían, pero no como instrumento de innovación ni como parte del proceso de formación, pues muchos docentes todavía no saben cómo incorporarlo a su actividad. De hecho, el 34% de los profesores de enseñanza no universitaria es incapaz de manejar un ordenador "a nivel de usuario", y tan solo el 30% lo utiliza con sus alumnos. El dato positivo es que los cimientos están puestos: el 90,5% de los colegios públicos y el 89,1% de los privados tiene conexión a Internet (más de la mitad de banda ancha). Ahora sólo queda utilizar bien esa conexión.

LOS RIESGOS DE INTERNET

Pese a las infinitas posibilidades que ofrece Internet como infraestructura económica y cultural para facilitar muchas de las actividades humanas y contribuir a una mejor satisfacción de nuestras necesidades y a nuestro desarrollo personal, el uso de Internet también conlleva riesgos, especialmente para los niños, los adolescentes y las personas que tienen determinados problemas: tendencia al aislamiento social, parados de larga duración...

En el caso de los niños, la falta de una adecuada atención por parte de los padres (que muchas veces están trabajando fuera de casa todo el día) les deja aún más vía libre para acceder sin control a la TV e Internet, si está disponible en el hogar, cuando vuelven de la escuela. Si el ordenador familiar no dispone de filtros que limiten el acceso a las páginas inadecuadas, de forma accidental o buscando nuevos amigos y estímulos se irán encontrando allí con toda clase de contenidos, servicios y personas, no siempre fiables ni convenientes para todas las edades. Y lo que empieza por curiosidad puede acabar en una adicción ya que los niños y los adolescentes son fácilmente seducibles. Por desgracia hay muchos padres que no son conscientes de estos peligros, que ya se daban en parte con la televisión y los videojuegos y que ahora se multiplican en Internet, cada vez más omnipresente y accesible a todos en las casas, escuelas, cibercafés...