Sitios que alientan malos hábitos

Hace unas semanas, los diarios denunciaron la existencia de peligrosos sitios web que justifican y alientan la bulimia y la anorexia. Las que estaban en castellano provenían de España y tenían muchas usuarias argentinas. Según la investigación de la ONG Protégeles, dedicada a combatir la pornografía infantil y otros delitos contra menores en internet, estos sitios –conocidos como pro-ana y pro-mia– funcionan como clubes de anoréxicas y bulímicas, donde quienes están en la fase inicial de la enfermedad aprenden con rapidez los secretos de quienes llevan años padeciendo trastornos alimentarios. “Ser ana o mia no es una enfermedad, es sólo un estilo de vida.

A muchos les gusta comer como cerdos, otros prefieren hacer gimnasia, y hay otras personas como yo. A todos nos llega la hora, la vida no es eterna, y cada cual elige cómo vivirla”, escribe en un foro una argentina de 14 años. El 78% de quienes frecuentan estas páginas son menores de edad –un tercio tiene menos de 14 años– y el 95% son mujeres.

La mayoría de estos sitios tienen foros donde las chicas cambian información, consejos para engañar a padres, anécdotas y fotos. Juana, argentina, 46 kilos, un metro sesenta y dos, dijo en un foro: “Prefiero ser una muerta flaca que una viva gorda”. Paulina, mexicana, le contestó: “No es necesario morirse. El tema es que lo controles. Por tu altura podés llegar hasta los 42 kilos sin riesgo”. Los padres también acusan a las computadoras de quitar tiempo de estudio y distraer a sus hijos.

Según la encuesta de Proyecto Padres, más del 90% de los chicos reconoce que deambula por la red para chatear o usar el e-mail; el 70% para bajar música; el 50% navega “por curiosidad” y el 31% se concentra en los juegos interactivos. Sólo el 11% dijo que utiliza la herramienta para el estudio o la investigación. “Los juegos y las técnicas de uso de armas son tan reales, que los chicos aprenden a manipularlas como si fueran de verdad. Hasta hay polígonos de tiros virtuales. Quizá suena extremista, pero estoy seguro de que un nene que a los cinco jugó con esto, a los 15 años no va a tener problemas en tomar un arma real”, advierte el inspector Justo.